Por: Claudia Caruana
La acidificación de los océanos y el calentamiento global están interfiriendo con la forma en que los peces interactúan en grupos, lo que representa una amenaza a su supervivencia que podría afectar el suministro de alimentos marinos, advierten expertos.
Los ecosistemas marinos alrededor del mundo han mostrado un mayor dominio de las especies de aguas cálidas tras el aumento de las temperaturas del mar, con cambios paralelos en la composición de las capturas de peces desde la década de los 70, según un informe del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC por sus siglas en inglés).
Las actividades pesqueras en los ecosistemas marinos proporcionan alimentos, nutrición, ingresos y medios de subsistencia a millones de personas en el mundo, señala el IPCC. A nivel mundial, las capturas totales de peces oscilan entre 80 y 105 millones de toneladas anualmente, generando más de US$80.000 millones en ingresos, subraya el informe.
“Los peces muestran un comportamiento gregario y se agrupan en bancos, lo que los ayuda a conseguir comida y protegerse de los predadores”, explica Ivan Nagelkerken, profesor del Instituto de Medio Ambiente y de los Laboratorios de Ecología de los Mares del Sur y autor de un estudio sobre el efecto, publicado en Global Change Biology.
En condiciones controladas de laboratorio, los investigadores observaron cómo las especies interactuaban y se comportaban de nuevas maneras con los cambios de temperatura y la acidificación. Aunque el calentamiento y la acidificación son fenómenos diferentes, ambos actúan en detrimento de los ecosistemas marinos.
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